Cómo de importante es la detección precoz del ojo vago
Como hemos visto en los post anteriores, la ambliopía es una causa común de visión reducida en los niños. Esta semana os contamos la importancia de la detección precoz.
La ambliopía, mala visión debida a un desarrollo anormal de la visión, es una afección muy prevalente en la práctica pediátrica oftálmica.
La ambliopía
Habitualmente, la ambliopía se define clínicamente como una agudeza visual reducida acompañada de uno o más factores embriogénicos conocidos, como estrabismo, anisotropía, alto error refractivo y cataratas. Del dos al cinco por ciento de la población no logra desarrollar todo su potencial visual en al menos un ojo como consecuencia de la mala experiencia visual durante el período crítico de privación sensorial, error refractivo significativo, estrabismo constante o cualquier combinación de estos. La prevalencia no depende del género; sin embargo, pueden existir diferencias modestas entre razas, cuya base sigue siendo desconocida.
La ambliopía es la principal causa de mala visión hasta la mediana edad.
Las consecuencias funcionales y de calidad de vida en la ambliopía, siendo la alteración del control vasomotor en las condiciones habituales de visión binocular una carga funcional importante de la enfermedad. Los optometristas juegan un papel fundamental en la identificación de pacientes con ambliopía, error refractivo ambliogénico o anomalías de alineación ocular. Esto es particularmente importante en niños menores de siete años, cuando el neuro-desarrollo visual es más vulnerable, pero también potencialmente más viable y, por lo tanto, susceptible de tratamiento. Antes de comenzar el tratamiento, el diagnóstico directo es esencial y requiere una identificación explícita de la causa de la ambliopía. Además, la ambliopía también es un diagnóstico de exclusión; se debe descartar cualquier patología coexistente.